Consejos para el endeudamiento


Lo primero que debes saber es que las deudas son parte de la vida. No tenerlas es fantástico, pero a la vez es algo utópico, ya que probablemente casi todo ser humano necesita endeudarse alguna vez en su vida para comprarse una casa, pagar la educación de los hijos, comprar un auto u otras razones. Lo importante es saber con claridad las deudas que tienes y manejarlas de la mejor forma posible.
Otro aspecto importante para tener en cuenta es que no todas las deudas son malas. Un ejemplo de una deuda buena es la compra de una casa, ya que estás pagando por un activo que será tuyo, por lo tanto, tienes una garantía real detrás de la compra que generalmente tiene un valor creciente en el tiempo.
En este artículo esperamos poder ayudarte a entender cuánta deuda tienes, si es que deberías disminuirla y, si ese es el caso, cómo hacerlo de forma progresiva y eficaz.
¿Cómo puedo saber si tengo mucha deuda?
Puedes conocer tu nivel de deuda calculando un indicador ampliamente utilizado y muy simple que se llama “carga financiera”. Se calcula de forma relativamente sencilla: se suman todos los gastos asociados a una deuda, generalmente la cuota y se divide por los ingresos que se posean, principalmente el sueldo.
En un ejemplo sencillo, si pagas $200,000 de hipotecario y $100,000 de crédito automotriz, y tu ingreso mensual líquido es $1,000,000, tu carga financiera es ($200,000 + $100,000) / $1,000,000 = 30%.
Si bien no hay un consenso, muchos de los expertos recomiendan tener una carga financiera menor a 34% (donde el hipotecario se recomienda que sea máximo un 25%). Si tienes una carga mayor podrías plantearte disminuirla progresivamente.
Ok entiendo, pero ahora me surge la pregunta: Si tengo exceso de deuda y varios créditos diferentes, ¿cuál priorizo? O ¿dedico el mismo esfuerzo a pagar todos por igual?
¿Qué hago si tengo exceso de deuda?
Lo primero es listar (puede ser en un papel) todas las deudas que poseas, con el monto que debes pagar de cuota al mes y la tasa de interés de cada una. La forma más simple de comparar tasas de interés entre diferentes créditos es usar el CAE, que por ley debe ser informado al consumidor una vez que suscribe cualquier tipo de crédito. Si no sabes dónde está el CAE de tu crédito, puedes llamar a tu banco o institución financiera y solicitar que te lo detallen.
La clave es priorizar el pago de las deudas con mayor CAE, que son las deudas más caras. Usualmente los créditos hipotecarios y las deudas estudiantiles tienden a tener menor CAE. Mientras que los créditos de consumo, avance en cuotas y créditos automotrices (por nombrar los más comunes) tienen mayor CAE y por tanto son deuda más costosa para tu bolsillo.
Si tienes de este tipo de deuda altamente costosa, te recomendamos intentar pagar todos los meses más que la cuota que te solicita tu banco o institución financiera, de manera de ir disminuyéndola más rápido que las demás deudas de bajo costo. Igualmente deberás continuar pagando las cuotas de los demás créditos, el punto es destinar -dentro de lo posible- cualquier dinero extra que tengas (aunque sea poco, todo sirve) a pagar más rápido las deudas de mayor interés.
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