Split inverso de acciones

Mientras que el split de acciones es como cortar la pizza en más pedazos para que todos puedan probar un bocado, el reverse split (o split inverso) es justo lo contrario. Imagínate que, en lugar de más pedazos de pizza, decides hacer menos pero más grandes. Eso es básicamente lo que sucede en un reverse split: se reduce el número de acciones en circulación, haciendo que el precio de cada acción individual suba, aunque el tamaño total de la pizza (el valor de la empresa) sigue siendo el mismo.

Digamos que una empresa, a la que llamaremos «BIZZ», está pasando por un momento donde sus acciones se perciben como demasiado baratas, cotizando a $2 en el mercado con 1.000.000 de acciones disponibles. Para cambiar esta percepción y posiblemente cumplir con los requisitos mínimos de cotización de una bolsa de valores, BIZZ decide ejecutar un reverse split de 10:1. Esto significa que por cada diez acciones que tenías, ahora tendrás una, pero ojo, cada acción ahora vale $20. Así, el número de acciones en el mercado se reduce a 100.000, pero el valor total de BIZZ sigue intacto.

La razón principal detrás de un reverse split suele ser la percepción del mercado. Un precio de acción más alto puede ayudar a la empresa a ser tomada más en serio y atraer a un tipo diferente de inversor. Además, algunas bolsas de valores tienen un precio mínimo de cotización, y estar por debajo de ese umbral puede llevar a la deslistación. Un reverse split puede ser una forma de cumplir con esos requisitos.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, aunque el precio por acción aumenta, el reverse split no cambia el valor fundamental de la empresa ni la inversión total de los accionistas. Es más bien una estrategia para ajustar la percepción y cumplir con ciertos estándares de mercado.