Banco de Japón

El Banco de Japón, o Nippon Ginkō 日本銀行 como se le conoce en su tierra, es el titán detrás de la cortina de la economía japonesa. No solo se encarga de dirigir la orquesta de la política monetaria, sino que también vela por la estabilidad del complejo sistema financiero de Japón y asegura que todo marche sobre ruedas en la liquidación de instrumentos financieros. Imagínalo como el director de una sinfonía económica, con su batuta manteniendo el tempo en el vibrante distrito de negocios de Nihonbashi, en Tokio.

Este guardián financiero no es un recién llegado al escenario; su historia se remonta a 1882, justo después de que Japón entrara en una era de modernización con la restauración Meiji. Antes de que el Banco de Japón subiera al escenario, el país tenía un sistema monetario tipo «cada quien a su modo» con las hansatsu, monedas feudales que eran todo menos prácticas para un país en el camino de la unificación y modernización.

Su evolución no se detuvo ahí. Tras la ocupación estadounidense, el Banco de Japón tuvo un fashion emergency en 1949, adaptándose a los nuevos tiempos, y en 1997 dio un salto hacia una mayor independencia del gobierno, algo así como un adolescente que finalmente consigue su propio espacio.

En abril de 2024 al frente de este coloso financiero está Kazuo Ueda, un economista con un pedigree impresionante: formado en la Universidad de Tokio y con un doctorado del MIT. Él y su equipo de 9 sabios son los maestros estrategas detrás de la política monetaria de Japón, navegando por las aguas a veces tormentosas de la economía global